El tacto se acaba, la delicadeza se acaba. La necesidad esta latente pero como exteriorizarla sin que resulte grosera y egoísta? Para no ofender al capaz de tranquilizarla queda la hipocresía. Fingir que importa la persona, fingir que importa la antesala cuando lo que se espera es un intercambio de contradicciones para llegar a un mismo fin, que no resuelve nada pero calma por un momento; y la vida esta hecha de momentos. Momento a momento pretenden soportarla o resolverla, que viene siendo lo mismo, si se logra soportar ya esta resuelto. En el interior, el principio. Y es lo que importa al final, el Yo. Lo demás es circunstancial por lo tanto soportable, aunque sea por momentos. Lo que importa al final es el principio, los medios son eclipsados por los resultados.
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