Lenguas

lunes, 8 de mayo de 2017

Fuckified



"Si he llegado a este punto, les dijo el vaquero, al lugar donde cuento mi historia, donde se me permite contar una historia y decir que esa historia es mía, lo único que busco es la certeza de que no cambie nada al vivirla y al contarla." G.Arana


Hoy es jueves, recuerdo que la última vez que escribí para esto fue una oda al pavor que le tengo a escribir. Una tontería ensimismada que no me ha dejado más que paz, muerte en paz. Pero aveces la vida se te da de golpe, y hablo de la vida que duele, la que te hace caer en cuenta que estás dolorosamente vivo.

Los egos como que ultra-lastiman, en mi caso es lo que me incomoda de saberme viva y consciente. Creo que cuando supere mi egocentrismo traducido en introversión con misantropía narcisista, que feliz que voy a ser cuando muera en mí este complejo de quererme sola. Casi nunca logramos estar verdaderamente solos, y los pocos que logran la soledad verdadera no se quejan de eso.


Ahora siento que las letras se acercan a mí a medida que las escribo; siento y veo como la hoja de papel que esta siendo marcada adquiere una textura; veo como sucede la secuencia de un zoom infinito. Cómo no voy a amar esto??! -- ah! es que le tengo miedo.


Crear mientras me conecto o me desconecto de lo que ya está establecido, que lindo es esto, esta creación trasciende lo meramente visual o mental, esto es sentir lo que escribo. Siento que estoy marcando estas hojas para toda la eternidad, y esta tinta que dejo se ha vuelto parte de la hoja, indivisible, inseparable, tinta y papel hasta siempre.


De pronto la música paró, el dolor de estómago regresó, el calor regresó, la sofocación regresó, la paranoia regresó. El miedo siempre vuelve, reclama su lugar. Necesito más música que ahuyente estos diablos azules, o mejor que los haga bailar, que los entretenga para que me presten menos atención y me dejen tranquila por un segundo.


Corte!, debo hablar con mi amador.




Estamos de vuelta. Silencio: Son las 10:00 pm (regalémosme 5 min) y I'm still in tune

Pues que lindo es sentir lo que no se debería sentir, que seducción ofrece lo atípico.

Siguiendo la línea "lógica" de poder sentir las letras escribiéndose en el papel, empiezo a sentir la música rebotando con las paredes y conmigo. Sentir un gentil temblor interno de la música encarnándose, yo volviéndome parte de ella, volviéndome una extensión del mensaje o código que alguien buscó transmitir con esa propuesta auditiva que me resulta más que eso, es más bien multidimensional, multipropósito, no es sólo transmitir un mensaje, no es sólo dar algo bello al mundo. No sé que será.